TERRITORIOS ATRACTIVOS PARA UN MUNDO SOSTENIBLE - Universitas Forum, Vol. 5, No. 1, Mayo 2016
EDITORIAL
TERRITORIOS ATRACTIVOS PARA UN MUNDO SOSTENIBLE


Luciano Carrino, Sara Swartz *

Desde el 1 de Mayo hasta el 31 de Octubre 2015, en el Pabellón KIP del Expo 2015 de Milán, se han alternado 269 organizaciones y redes internacionales que han presentado los resultados y las metodologías de sus experiencias de desarrollo local. Los participantes, procedentes de más de trente Países diferentes1, han querido demostrar, en particular, como la producción y el consumo de alimentos pueda ser el eje de un desarrollo duradero y de buena calidad, siempre y cuando se base sobre la valorización de los recursos naturales, culturales y humanos propios del territorio. El enraizamiento a las tradiciones locales, la capacidad de innovarse y la colaboración entre los actores públicos, asociativos y privados que viven y trabajan en el mismo territorio, han sido identificados como los principales factores de éxito. La Escuela Internacional KIP ha nombrado su Pabellón “Territorios atractivos para un mundo sostenible” para sintetizar este concepto: si todos colaboran, el territorio donde se vive y trabaja puede devenir más armónico, equilibrado, inclusivo y puede tener relaciones económicas y culturales de éxito, incluso con los territorios de otros Países.

En este número se hallan artículos escritos por distintas organizaciones que tomaron parte en las actividades del Pabellón, aprovechando de esta ocasión para sistematizar sus experiencias. En algunos casos se trata de verdaderos casos de estudio, mientras que en otros se encuentran descripciones razonadas acerca de la misma presencia en el Expo. Para muchas organizaciones, participar a las actividades del Pabellón representó una oportunidad de encontrar actores procedentes del mismo territorio con los que no tuvieron la ocasión de trabajar juntos. En algunos casos, se ha realizado una investigación accion con el fin de imaginar cómo se pudiese presentar el territorio de manera atractiva, juntando las competencias y las capacitad de cada uno.

El Pabellón Kip, además de la voluntad de valorizar el desarrollo local ecológico y participativo, tenía también el objetivo de contribuir a fomentar el diálogo entre las experiencias de base, los gobiernos, las organizaciones internacionales y el sector privado, para construir juntos un desarrollo mejor, de acuerdo con las indicaciones de la Agenda 2030 aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 25 septiembre de 2015. Realizar estos objetivos no ha sido fácil, porqué el Expo tenía una naturaleza prevalentemente comercial y la atención de los medios de comunicación estaba puesta prevalentemente en las comidas, en los vinos y la produccion agricola mientras que las temáticas del desarrollo corrían el riesgo de ser ignoradas. Si en embargo, pensamos que por lo menos una pequeña parte de los vente millones de visitantes esperados se pararan en el Pabellón. En cambio, los visitantes se mostraron más abiertos y curiosos de cómo nos imaginamos. De hecho, muchísimos entre ellos se interesaron a las 58 exposiciones y a los 14 encuentros internacionales que tuvieron lugar en el Pabellón.

La posición del Pabellón, que era el primero después de la entrada principal y que hospedaba el Jardín de las Naciones Unidas, lo hacía muy visible. Además sus espacios al aire libre, llamaban la atención gracias a las actividades de las escuelas, asociaciones, grupos musicales, artistas callejeros, artesanos y de otros actores que enseñaban sus capacidades e involucraban los visitantes en charlas y performance. En esta atmosfera vivaz y multicultural se han desarrollado las exposiciones de las organizaciones que han tomado la palabra en este número de Universitas Forum.

Poco a poco, el Pabellón se ha identificado como la casa comun de experiencias de valor, como las que han sido narradas en los artículos, y se ha vuelto en un espacio en el cual los visitantes más interesados en las cuestiones de desarrollo encontraban interlocutores con los que debatir sobre los problemas medioambientales, las discriminaciones y la pobreza, pero también sobre las soluciones innovadoras, las redes de actores empeñados en varias temáticas y sobre las iniciativas que hacen esperar en un mejor desarrollo.

El hilo conductor de las exposiciones y de los encuentros fue el territorio, entendido no solamente como espacio físico sino también como tejido de relaciones sociales, historia, paisaje y capacidades humanas. Muchos ilustraron, con ejemplos concretos, la idea que una alimentación buena y segura, el desarrollo de calidad y la belleza están estrechamente relacionados entre ellos. Belleza del paisaje, cuidado por los quien allí viven y trabajan; de las producciones artísticas, enriquecidas por las culturas territoriales; de las relaciones humanas, hechas atractivas gracias al empeño común a mejorar la cualidad de la vida y del medio ambiente.

El territorio es el lugar vivo de las producciones de alimentos que valorizan las culturas y la sabiduría tradicional de las poblaciones indígenas. Es el tejido que une la agricultura, el medioambiente y las capacidades de las personas y de las colectividades locales. Es la base donde se desarrolla la economía social e inclusiva, que amplia de manera sustentable las oportunidades de trabajo y asume la función estratégica de protección y conservación del medioambiente. Es el área adonde las administraciones locales facilitan la participación ciudadana en los procesos de desarrollo y en las políticas públicas, que se abren a la cooperación internacional con otras colectividades locales, igualmente empeñadas en el desarrollo endógeno. Estos son algunos de los temas desarrollados en el Pabellón y en los artículos de este número de la Revista.

El título del Pabellón, que al principio era nada más que un eslogan, se ha vuelto progresivamente en un hilo conductor estratégico: trabajar en red entre las colectividades locales que quieren hacer su territorio atractivo y acogedor, significa trabajar desde la base para construir un desarrollo nacional y global capaz de reducir de manera significativa la pobreza, las discriminaciones, los conflictos y la violencia.

En el marco del encuentro conclusivo del 24 de Octubre 2015, los socios del Pabellón han decidido formar un grupo internacional (formado por los representantes de Gobiernos, Organizaciones Internacionales, Instituciones, Asociaciones y Actores del Sector Privado) con el objetivo de trabajar a la creación de un sistema mundial de cooperación para el desarrollo de los territorios. Los lectores encontraran en este número el Manifiesto que los socios han producido. Este ofrece argumentos e indicaciones para producir un cambio desde la cultura actual de los “proyectossectoriales ”, que persiguen cada uno su proprio objetivo parcial, hacia la cultura del desarrollo integrado del territorio.

Solamente ésta logra que los proyectos estén conectados entre ellos, para que cada uno pueda contribuir al alcance de la finalidad común del desarrollo. Es precisamente sobre ¿qué es el desarrollo territorial? que los artículos de este número dan una importante aportación. Todos, negando una idea ampliamente aceptada, se basan en el rechazo de la idea que el desarrollo sea el resultado automáticamente positivo del crecimiento económico. Por el contrario, consideran la obsesión para el crecimiento cuantitativo como una causa real de daños al medioambiente, a la cohesión social y a la economía misma. De hecho, invitan las instituciones locales, nacionales e internacionales, no solo a fomentar, facilitar y sostener las buenas prácticas que los actores de las experiencias contadas supieron poner en acto, sino también a tomarlas en consideración para desarrollar las políticas públicas.

En el fondo de cada artículo hay también la conciencia de que ir hacia el camino correcto del desarrollo de calidad es difícil y que es necesario superar no solamente enormes obstáculos políticos, sino también grandes obstáculos prácticos. Esto se da porque también los que quieren seguir por este camino, se ven afectados por las metodologías, las técnicas y los conocimientos generados por el pensamiento común. El mismo pensamiento que ha difundido la obsesión para el crecimiento de las cuantidades y que no ha aprendido todavía a poner en primer lugar las necesidades, las subjetividades, la persona y el buen funcionamiento de las colectividades humanas. Entonces, quien quiere un cambio tiene en primer lugar que cambiar su misma manera de pensar, interpretar los fenómenos y elegir los objetivos y las metodologías de trabajo. Por esta razón, incluso el mundo de la investigación y de la formación tiene que asumir sus. Responsabilidades. Existen ya en muchos Países experiencias que conectan los actores del desarrollo local con las universidades y los centros de investigación. Sería deseable que estas se pusieran en red entre ellas para volverse en verdaderos “laboratorios” adonde se contribuye a la construcción y a la difusión de los conocimientos, de los enfoques prácticos y de las ideas sobre las políticas que sirven para que los territorios sean atractivos y agradables.

La cultura del desarrollo que necesitamos hoy en día queda, en gran parte, aún por construir. Cada artículo de este número es una aportación a la construcción de esta nueva cultura.

Feliz lectura!


* Luciano Carrino es el Presidente de la Escuela Internacional KIP.
Sara Swartz es Directora del Programa Universitas de la Escuela Internacional KIP.


1 Entre los cuales: Albania, Argentina, Brazil, Canada, China, Cipro, Colombia, Croatia, Cuba, Ecuador, El Salvador, France, Japan, Greece, Guatemala, Haiti, Honduras, India, Iceland, Italy, Lebanon, Mali, Morocco, Mexico, Mozambique, Nicaragua, Holland, Peru, Poland, Portugal, Dominican Republic, Senegal, Serbia, Slovakia, Spain, Sri Lanka, Uruguay.

Universitas Forum, Vol. 5, No. 1, Mayo 2016





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