Vincenzo Milio *

Antecedentes històricos y evoluciòn[1]

Desde el 1991 las Naciones Unidas, a travès de varios programas de desarrollo humano[2], han promovido y sostenido la creaciòn de Agencias de Desarrollo Econòmico Local (ADEL). De acuerdo con el enfoque de estos programas las ADEL se han estructurado como entidades legales sin fines de lucros, cuyos socios son los actores pùblicos y privados del territorio. Ellas generalmente brindan servicios integrados para el desarrollo econòmico sostenible.[3]

Sus rasgos comunes son:[4]
- el partenariado pùblico/privado, con miras a incluir a todos los administradores locales, a las delegaciones locales del gobierno, a las asociaciones de la sociedad civil, y a otras importantes instituciones pùblicas o privadas (universidades, instituciones financieras, centros de investigaciòn, ONGs, etc.), aunque, en algunos casos, la participaciòn de las instituciones pùblicas ha sido facilitada por acuerdos especiales, porque ha sido prohibida por las leyes nacionales;
- la territorialidad, correspondiente a un àrea sobre-municipal (con solamente algunas excepciones poco frecuentes) para tomar en cuenta una masa crìtica de recursos para el desarrollo y la economìa de escala de los servicios para el desarrollo econòmico;
- la atenciòn a las personas màs desaventajadas y marginadas, siendo personas desempleadas, desplazados o refugiados, productores marginales, campesinos, micro-empresarios, artesanos, mujeres, minusvàlidos;
- la provisiòn de servicios integrales segùn las prioridades establecidas por los actores locales;
- la auto-sostenibilidad, debida, en la mayorìa de los casos, al uso especial de un �Fondo de Crèdito� cuyos intereses constituyen un importante ingreso del las ADEL.

Hoy en dìa màs de 60 ADEL de esta naturaleza existen en el mundo en muchos paìses (Uruguay, Ecuador, Colombia, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Repùblica Dominicana, Albania, Bosnia-Herzegovina, Serbia, Mozambique, Angola, Africa del Sur, Sri Lanka), y estàn vinculadas con la red internacional ILS LEDA (International Links and Services for Local Economic Development Agencies), el programa Naciones Unidas que se ocupa de ADEL. La historia de estas ADEL ha pasado al menos a travès de tres etapas desde 1991 hasta hoy, con rasgos comunes y diferentes durante su evoluciòn.[5]

Con respecto a los diferentes rasgos de su evoluciòn, se puede considerar una �Primera Generaciòn de ADEL� datada en la temporada que va desde 1991 hasta 1996, correspondiente aproximadamente a los programas en Centro Amèrica Prodere y el siguiente Programa de Desarrollo Humano Local (PDHL). Estas ADEL estàn caracterizadas por un fuerte compromiso para la reducciòn de la pobreza en las àreas rurales, uniendo la formaciòn de capacidades, la asistencia tècnica a la poblaciòn para su inclusiòn en los circuitos econòmicos, y el crèdito (al principio con preponderancia de microcrèdito). Los impactantes resultados estàn medidos en el nùmero de nuevos empleos creados, nuevos negocios y cooperativas, aumentadas capacidades de la poblaciòn en la participaciòn a la vida econòmica, nùmero de proyectos realizados a travès de la canalizaciòn de nuevos recursos desde las instituciones nacionales e internacionales. Las ADEL Morazàn en El Salvador, Ixcàn en Guatemala, la primera Nueva Segovia en Nicaragua y Ocotepeque en Honduras lograron excelencia entre todas las ADEL y pueden ser indicadas como interesantes mejoras pràcticas en el sector financiero, en la combinaciòn de intervenciòn en los sectores econòmico, social y cultural, en la reducciòn de la pobreza.

La �Segunda Generaciòn de Adel� està datada en la temporada desde 1998 hasta 2004, promocionadas por varios programas de desarrollo humano de las Naciones Unidas en Mozambique, Albania, Serbia, Colombia, El Salvador, y Honduras. En este caso las ADEL, ademàs de las tareas anteriormente mencionadas, comienzan a asumir un papel màs incisivo en la planificaciòn local e incluso nacional, y comienzan a apoyar no solamente a productores aislados, sino a cadenas del valor conectadas a los recursos locales para fortalecer las posibilidades de iniciativas econòmicas sostenibles y duraderas, y apoyando un papel màs incisivo de las mujeres en la economìa.

En particular, en Mozambique, las ADEL se hicieron referencia para la polìtica nacional y en Colombia, en muchos casos, fueron apoyadas tambièn por el gobierno nacional. En Albania (especìficamente en el caso de Skhodra) y Serbia (especìficamente en el caso de Kragujevac) apoyaron a los gobiernos locales y regionales durante la planificaciòn. En Colombia (excelentes los casos de Vèlez y del inicial Nariño) y Serbia la constituciòn de cadenas de valor permitiò un vigoroso y sustentable desarrollo econòmico territorial. En todos casos, el èxito puede otra vez ser medido a travès del nùmero de empleos, empresas y proyectos generados, pero tambièn tomando en cuenta el empoderamiento de las capacidades colectivas (cadenas del valor, partenariados locales) en la promociòn y apoyo al desarrollo econòmico local con un enfoque sobre el desarrollo humano.

Vèlez y Adeproa (Colombia), Manica y Sofala (Mozambique), Teuleda (Albania), Sonsonate (El Salvador), Valle (Honduras) y Kraguyevac realizaron interesantes mejoras pràcticas: Vèlez en el exhaustivo apoyo a los actores de la cadena del valor Bocadillo Veleno (desde la constituciòn de la cadena y su gestiòn, hasta el mejoramiento de su calidad e imagen, cuidado (a) la salud de la plantaciòn, empoderamiento de los productores marginales, marketing territorial, etc.); Sofala y Manica convencieron al gobierno nacional para establecer una estructura especìfica sobre el Desarrollo Econòmico Local y para considerar las ADEL como instrumentos para fortalecer el desarrollo econòmico provincial; Teuleda experimentò exitosos partenariados territoriales con estructuras territoriales en Italia; Kragujevac es un buen ejemplo de apoyo a los actores locales dentro de un partenariado permanente para una buena planificaciòn y gobernabilidad. Las ADEL Valle y Sonsonate pueden ser identificadas como pilotos en el apoyo a las mujeres como actores de desarrollo econòmico, a travès del establecimiento de especiales �bancos de mujeres� para esta finalidad: Centros de Servicios para la Empresarialidad de las Mujeres (CSEM), introducidos por el Programa UNIFEM/UNOPS MyDEL en toda Centro America.

La �Tercera generaciòn ADEL� està en construcciòn en Lìbano, Uruguay, Sri Lanka, en correspondencia con la nueva Iniciativa ART. Aquì la misiòn y los objetivos, siempre compartidos entre los actores locales, miran explìcitamente a facilitar un desarrollo sustentable, duradero, armònico y equilibrado[6] de acuerdo con planes estratègicos compartidos, a travès del favorecimiento de partenariados pùblicos/privados, y valorizando los recursos humanos, sociales, econòmicos y ambientales, con el objetivo final de superar la marginalidad econòmica, la exclusiòn social y la fragilidad cultural.

Los servicios ofrecidos incluyen por lo meno cuatro tipos, en forma integral:
Servicios estratègicos: diagnostico continuo de las potencialidades de los recursos territoriales; guìa a las iniciativas estratègicas para el desarrollo, desarrollo y financiamiento del proyecto, apoyo a las redes locales, apoyo para la inclusiòn de las personas màs desaventajadas en la economìa.
Apoyo a los negocios: Evaluaciòn de las oportunidades del mercado, asistencia tècnica, acceso al crèdito, facilitaciòn de investigaciòn e innovaciòn, facilitaciòn y apoyo a la economìa social y cooperativa.
Marketing territorial: Marketing interno y externo, apoyo a los sindicatos, asociaciones, consorcios, promociòn y apoyo a las polìticas de marcas, base de datos e informaciones sobre las tendencias del mercado, internacionalizaciòn e iniciativas de partenariados para el co-desarrollo.
Desarrollo de los recursos humanos: empoderamiento de las capacidades de las instituciones locales y asociaciones, desarrollo de habilidades, desarrollo empresarial.

La investigaciòn sobre las ADEL y el desarrollo humano

La metodologìa
En todos los casos las ADEL han contribuido, en los territorios de sus atenciòn, al desarrollo humano, al menos en uno de sus aspectos. Estos aspectos corresponden a:
- la reducciòn de la pobreza y marginalidad;
- el empoderamiento de las capacidades de la poblaciòn local y de los actores en la planificaciòn y las acciones;
- el empoderamiento de las capacidades de las mujeres en la participaciòn al desarrollo econòmico;
- la protecciòn del medio ambiente;
- la promociòn de la economìa social y solidaria.

Con el objetivo de analizar màs en profundidad esta contribuciòn, ILS LEDA ha desarrollado una investigaciòn para detectar cuales son los resultados y las mejores pràcticas de las ADEL conectadas a la red ILS LEDA. A continuaciòn estàn ilustrados los primeros resultados recogidos desde 30 ADEL[7] en Albania, Argentina, Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras, Mozambique, Repùblica Dominicana, Sri Lanka, y Uruguay, que, gracias a la colaboraciòn de sus directores, han respondido a un cuestionario (vèase anexo).

Este nùmero representa una muestra altamente significativa en cuanto
- las ADEL promovidas por las Naciones Unidas en paìses en vìa de desarrollo y en transiciòn representan la gran mayorìa de agencias de desarrollo existentes en estos paìses
- las ADEL involucradas en la investigaciòn son el 50% de la totalidad de las vinculadas a la red ILS LEDA.

Cada tema ha sido analizado a travès de diferentes indicadores, asì como su inclusiòn en el estatuto de la ADEL, los incentivos y los criterios de prioridad asignados, y los proyectos desarrollados durante los ùltimos cinco años. A fin de evaluar el empeño de las ADEL dentro de cada tema, se ha dado un peso diferente a cada indicador valorando màs aquellos sobre los proyectos y las actividades de formaciòn desarrollados.

Los resultados totales han sido articulados en tres grupos en base al puntaje recibido: buenos (aquellos que han totalizado màs de 60 puntos), moderados (aquellos que han totalizado entre 40 y 60 puntos), deficientes (aquellos que han totalizado menos de 40 puntos). Sumando los puntajes para los cinco temas se visualiza tambièn el comportamiento global de cada ADEL, que se ha evaluado de acuerdo a tres categorìas: bueno (con un total de màs de 300 puntos), moderado (con un total entre 150 y 300 puntos), deficientes (con un total de menos de 150 puntos).

Por ùltimo, se ha hecho una comparaciòn entre las ADEL que no han sido promovidas directamente por las Naciones Unidas (12), las de primera generaciòn (8) y las de segunda y tercera generaciòn (10) tomadas conjuntamente.

Los resultados
En general, desde el anàlisis de los resultados totales se puede evidenciar (cuadro 1) que el 53% (que ha obtenido màs de 300 puntos) de las ADEL entrevistadas estàn bien proyectadas hacia el desarrollo humano, aunque de forma diversificada dentro de los cinco componentes tomados en cuenta (cuadro 2); el 36,7% se empeña de forma moderada mientras solamente el 10% es deficiente.

Cuadro 1.

Las ADEL que màs se han distinguido por un significativo esfuerzo hacia el desarrollo humano de sus territorios, de manera transversal a los diferentes temas tocados por la encuesta, son Adeproa en Colombia y Kragujevac en Serbia. Cabe señalar tambièn el caso de Rueda en Sri Lanka, que aunque ha sido constituida solamente en el 2008, ya ha realizado actividades notables en todos los temas tocados por la encuesta.

Considerando, en lo especìfico, la componente �reducciòn de la pobreza y marginalidad� las respuestas de las ADEL muestran que el 66,67% ha obtenido un buen resultado con respecto a este tema, el 16,67% ha logrado resultados moderados mientras el restante 16,67% se ha demostrado deficiente. Estos porcentajes han sido obtenidos sumando las respuestas sobre la previsiòn estatutaria del esfuerzo de reducir la pobreza y marginalidad, empleos creados y proyectos realizados para las personas pobres, marginadas y vulnerables durante los ùltimos cinco anos, incentivos o criterios de prioridad (incluyendo el apoyo a las empresas y a los proyectos) a favor de estas personas.

Tomando en cuenta todos estos factores, las ADEL cuyas acciones se han distinguido por sus esfuerzos para reducir la pobreza y la marginalidad son Auleda en Albania, Nariño y Vèlez en Colombia. Mas en particular, se puede subrayar el esfuerzo de algunas ADEL en la creaciòn de empleo como Vèlez (2,146 empleos creados durante los ùltimos cinco anos) y Metropolitana (2,034) en Colombia, Oat/Apopa (1,233) en El Salvador, Adelna (al rededor de 1,000) en Mozambique. Se debe igualmente señalar el trabajo de Acudir en Ecuador que ha jugado un papel importante en el mantener y recuperar alrededor de 10,000 puestos de trabajo despuès de la crisis del 2000.

Con respecto al componente pobreza y marginalidad, comparando los datos de las ADEL que no han sido promovidas directamente por las Naciones Unidas con las de primera generaciòn y las de segunda y tercera generaciòn, resulta interesante notar que las Agencias de segunda y tercera generaciòn han logrado un puntaje (82/100) bien superior respecto a los puntajes de los primeros dos grupos (respectivamente 59,6/100 y 57,5/100). Interesante es tambièn considerar el promedio de los puntajes de todas las ADEL (66,5/100) que demuestra un general esfuerzo hacia un fuerte compromiso en la lucha contra la pobreza y la marginalidad.

Por lo que se refiere al empoderamiento de las capacidades de la poblaciòn local y de los actores en la planificaciòn, tomando en cuenta la previsiòn estatutaria y las actividades de capacitaciòn desarrolladas durante los ùltimos cinco años, el 86,67% del las ADEL ha realizado un fuerte esfuerzo en comprometerse al tema mientras solamente el 6,67% ha realizado resultados moderados y deficientes.

En particular, sobresalen las actividades de Rafaela y Santa Fe en Argentina, Urabà Darièn Caribe y Nariño en Colombia, Kragujevac en Serbia, Sonsonate en El Salvador y Corpoambato en Ecuador. El promedio de los puntajes totales (83/100) confirma el significativo compromiso de las ADEL hacia este asunto. Este compromiso ha sido confirmado tambièn por el anàlisis de los resultados de las ADEL distinguidas por modalidades y momentos de promociòn, donde resulta que las ADEL de segunda y tercera generaciòn han logrado un puntaje de 91/100, las de primera han obtenido 66,25/100 y aquellas que no han sido directamente promovidas por las Naciones Unidas han realizado el 87,5/100.

El tema relativo al empoderamiento de las capacidades de las mujeres en la participaciòn al desarrollo econòmico, es el màs dèbil en el marco de las actividades desarrolladas por las ADEL que han participado a la encuesta. Para efectuar la evaluaciòn, se han tomado en cuenta la previsiòn estatutaria y los proyectos de capacitaciòn para empoderar las mujeres y sus asociaciones junto con las iniciativas de sensibilizaciòn de gènero llevadas a cabo durante los ùltimos cinco años. Se puede observar que buenos resultados han sido obtenidos solamente por el 36.67% de las ADEL participantes, el 20% ha obtenido un puntaje entre 40 y 60/100 mientras que el 43,33% se ha demostrado deficiente. El dato del promedio de los puntajes totales, 42,7/100, confirma el bajo compromiso general hacia este asunto. Desde otra perspectiva, resulta significativo el puntaje (61/100) obtenido por las ADEL de segunda y tercera generaciòn mientras los otros dos grupos han logrado respectivamente 26,2/100 y 39,2/100.

La protecciòn del medio ambiente puede ser considerado un tema levemente màs prioritario que el precedente para las ADEL que han participado a la encuesta. Evaluando las respuestas que se refieren a la previsiòn estatutaria, los proyectos desarrollados durante los ùltimos cinco años y los incentivos o criterios de prioridad para sus acciones, el 40% de las ADEL ha demostrado un buen compromiso con la protecciòn del medio ambiente, el 23,33% ha logrado un puntaje moderado y el 36,67 ha sido deficiente.

Aunque la mayorìa de las ADEL demuestran este compromiso con el tema, el promedio de los puntajes totales (47,2) demuestra la necesitad de fortalecer los esfuerzos. Los resultados de las ADEL distinguidas por modalidades y momentos de promociòn, muestran esta vez, un mayor compromiso (55,4/100) por parte de las ADEL non directamente promovidas por las Naciones Unidas, mientras que las de primera, segunda y tercera generaciòn registran respectivamente puntajes deficientes (31,9/100) y moderados (45,9/100).

La economìa social y solidaria resulta tambièn un tema bastante dèbil en el marco de las actividades promovidas por las ADEL que han participado a la encuesta. La evaluaciòn ha tenido en cuenta de los resultados obtenidos desde las respuestas sobre la previsiòn estatutaria, el nùmero de las empresas sociales apoyadas y proyectos realizados durante los ùltimos cinco años. En particular las empresas sociales que se han tomado en cuenta son aquellas que operan en el sector de los servicios sociales, las cooperativas que incluyen personas vulnerables, las empresas que mejoran la calidad de vida de la poblaciòn, las empresas que mejoran el acceso a los bienes locales y a los servicios. Solamente el 26,67% demuestra buenos resultados con respecto a este tema, mientras el 40% ha logrado resultados moderados y el 33,33% resultados deficientes.

El dato (45/100) que llega con respecto al promedio de los puntajes totales obtenidos por las ADEL, confirma la exigencia de invertir màs energìas en el tema. Desde otra perspectiva las ADEL que màs se han distinguido en comprometerse hacia la economìa social y solidaria han sido las de segunda y tercera generaciòn (53/100) los otros grupos han logrado respectivamente 35,6/100 y 44,6/100.

Cabe señalar que algunas ADEL como Dinosaurios y Vèlez en Colombia, y Adelva en Repùblica Dominicana estàn en proceso de reforma de sus estatutos mientras otras Agencias, aunque desarrollen notables actividades dentro de los temas tocados por la encuesta, no los contemplan dentro de sus estatutos; esperamos que esta encuesta pueda constituir un incentivo para la inclusiòn de los mismos dentro sus estatutos. Su inclusiòn permitirìa de institucionalizar los esfuerzos que muchas de estas ADEL ya cumplen en la pràctica, logrando conservar en el tiempo su proyecciòn hacia el desarrollo humano.

Finalmente cabe resumir el resultado relativo al anàlisis de la diferencia de comportamiento de las ADEL promovidas por Naciones Unidas de primera generaciòn, las sucesivas, y las ADEL promovidas por otros (Argentina, Ecuador, otras). En este caso es evidente (cuadro 3) que las ùltimas (en orden de tiempo) ADEL promovidas por Naciones Unidas llegan a un resultado mejor, y esto se explica con la evoluciòn del modelo, la acumulaciòn y la difusiòn (a travès del mismo ILS LEDA) de lecciones aprendidas por la experiencia, la importancia que va asumiendo el desarrollo humano en al abanico de respuestas posibles a la crisis internacional en los ùltimos cinco años. De otra parte tambièn las ADEL de primera generaciòn en los ùltimos años han demostrado una capacidad notable de evoluciòn, como enseñan los casos de las ADEL centroamericanas en lo que se refiere tanto a la mayor atenciòn a las mujeres como al medio ambiente.

Conclusiones

La investigaciòn de ILS LEDA sobre la contribuciòn de las ADEL al desarrollo humano evidencia còmo ellas han representado y continùan a representar un importante instrumento de implementaciòn de acciones para el desarrollo humano, aunque de manera distinta con respecto a los diferentes temas analizados.

La investigaciòn ha analizado cinco componentes principales del desarrollo humano, asì como la reducciòn de la pobreza y marginalidad, el empoderamiento de las capacidades de la poblaciòn local y los actores en la planificaciòn y las acciones, el empoderamiento de las capacidades de las mujeres en la participaciòn al desarrollo econòmico, la protecciòn del medio ambiente, y la promociòn de la economìa social y solidaria.

En este marco aparece evidente el compromiso de la mayorìa de las ADEL hacia la reducciòn de la pobreza y marginalidad y aquello hacia el empoderamiento de las capacidades de la poblaciòn local y de los actores en la planificaciòn del desarrollo local. Moderados se pueden considerar los esfuerzos de las ADEL en relaciòn a los temas de protecciòn del medio ambiente y de la economìa social y solidaria mientras resulta insuficiente el esfuerzo en empoderar las capacidades de las mujeres en la participaciòn al desarrollo econòmico de sus territorios, aunque se han desarrollado recientes experiencias innovadoras en Amèrica Central.

Por otra parte las ADEL de ùltima generaciòn tienen un comportamiento mejor, sobre todos en cuanto a los componentes generalmente màs dèbiles, evidenciando una tendencia hacia una adaptaciòn a las necesidades actuales (medio ambiente, gènero, socializaciòn de la economìa).

La investigaciòn, en conclusiòn, aparece como una contribuciòn interesante para quien està a cargo de las nuevas polìticas de desarrollo en tiempo de crisis global. Ella enseña que:
- las ADEL representan un instrumento, sino un modelo, que por sus caracterìsticas intrìnsecas -es decir acciòn territorial, concertaciòn entre los actores, orientaciòn hacia los servicios de implementaciòn estratègica, optimizaciòn de la eficacia con la eficiencia, bùsqueda de su propia sostenibilidad- eficaz para concretar polìticas nacionales y territoriales que conlleven a una respuesta integrada al desarrollo;
- las ADEL se han manifestado ùtiles para concretar iniciativas, proyectos y programas de desarrollo humano;
- las ADEL, por sus constituciòn dirìamos genètica, se vinculan a las dos dimensiones fundamentales del desarrollo: el espacio y el tiempo, a travès de su territorialidad y su capacidad evolutiva. Ademàs esta capacidad, como la investigaciòn ha evidenciado, se alimenta con la participaciòn en las redes de ADEL, que facilita el intercambio de las experiencias. Y aquì cabe señalar que, justamente por esta razòn, ILS LEDA ha recientemente finalizado un acuerdo con Eurada, que es la asociaciòn de las ADEL europeas.